Queridos mamá y papá, tengo que confesaros algo:
Ya sé que tengo veintidós años y que pensáis que estoy en cuarto de
carrera, y no os asustéis, sigo teniendo veintidós años y sigo estando
en cuarto de carrera, pero tengo que deciros que me he vuelto a
matricular en el colegio.
Sí, en el colegio, estáis leyendo bien. Si no recuerdo mal, es ahí donde te enseñan los conceptos básicos de la vida y, ahora
que siento estar viviendo por primera vez, veo justo aprender desde
cero todas esas asignaturas que en su día aprobé por el simple hecho de
poder ir a la playa en verano.
Llevo tres meses asistiendo a
clases nocturnas en el colegio de sus versos y creédme: ahora suspiro de
ganas cada vez que me ponen un examen de Literatura. Ahora estudio a
Neruda y a Quevedo y los entiendo, ya lo creo que los entiendo. Las
mates ya no son un problema desde que cuento con sus dedos para sumar
vidas y el inglés es solo otra excusa para decir que estudio una lengua
que no es la mía.
Veréis, ahora, en Conocimiento del Medio
estudio sus relieves (y qué relieves, mamá, ya no me verás llorar por no
aprenderme lo que es una meseta o una montaña rocosa). Ahora en
Geografía estudio las provincias de todos sus lunares, y me los sé todos
de memoria, empezando por el Norte y acabando por perderlo. En
Educación Física... bueno, digamos que recorro la pista sin necesitar mi
Ventolín, y aguanto más que nadie, papá. El profe dice que debería
practicar deporte más a menudo, que podría llegar a donde yo quisiera. Y
yo le digo que no se preocupe, que he encontrado un cuerpo donde
practicar cada noche eso que algunos llaman... amor, que de hecho, sobre
eso empecé a saber el primer día de clase.
En religión me
enseñan los valores que en antaño no sabía de qué hablaban: dicen algo
del cielo, de una vida más allá de la muerte, algo de rezar y no mentir.
Y por fin lo entiendo, papá, aunque sigo siendo atea: en el cielo puedo
ver el color de sus ojos y quedarme a vivir en la nube que yo elija
cada vez que miro el móvil y veo que me habla; sé, desde hace tres
meses, que voy a vivir doce vidas y quizás no haya aprendido a rezar
aún, pero le recito a corazón abierto cada noche lo que siento. Y esa me
parece la oración más sincera.
El año que viene me matriculo
de Biología, Física y Química, solo de esas tres, pero es que quiero
sacar sobresaliente -ya sabéis cómo soy cuando algo me gusta-. He oído
que estudiaremos el cuerpo humano y conozco dos clavículas que me han
robado las pupilas, que sin ser azules, las suyas lo son por las mías.
Estudiaremos lo que es la gravedad, que aunque dicen que tiene un valor
de 9,8, yo no me lo creo. Yo creo que tiene las medidas de sus labios y
aunque a veces tenga que ponerme de puntillas para besarlos, intentaré
medirlos para decirles que corrijan esa cifra. Por último, en Química,
vamos a estudiar las mezclas, y no veáis las ganas que tengo de empezar:
cuando me acuno en sus brazos, saltan chispas, mamá, y esa es la mejor
reacción que aunque aún tengo esperanza, dudo que aparezca en ningún
libro.
Pero no os preocupéis, acabaré la carrera. Esto solo os
lo escribo para que entendáis por qué me acuesto tan tarde cada noche,
es que son clases nocturnas.
Atte:
Vuestra hija.
Joder, señorita Gae, Joder.
ResponderEliminarTienes una forma de hacer los lunes menos lunes,
y de hacer que la piel se me erice y se me haya cogido un pellizco en el pecho que a ver quién lo suelta ahora.
En serio, joder.
Que bueno descubrirte... Te voy leyendo
ResponderEliminarMe ha encantado, en serio.Escribes muy pero que muy bien.
ResponderEliminarA mi igual me gusta escribir pero aun me queda por aprender.
Me di cuenta que queda mucho por aprender... Me tomo tu descubrimiento como regalo de cumpleaños. Te escuché y repetí los audios. Sigue recitándonos porque son minutos sin mirar relojes. Un recodo para pararse en el camino acelerado de vivir.
ResponderEliminarGracias, señorita Gae, d.
Señorita Gae, he de decirle algo.
ResponderEliminarHe de decirle que doy gracias al destino por encontrarme contigo en ask y llevarme a esta gran obra de arte plasmada en un blog. He de decir que desde que te leo nada es lo mismo. Que deseo hasta el fin que subas otra de tus maravillosas entradas. He de decirle que amo sus palabras, que me uno a ti en ese sentimiento que es para nosotros los escritores (aunque yo no lo sea 100%, estoy empezando) y que con cada palabras soy cada vez más tuyo y de nadie más. He de decirle que doy gracias a aquel psicólogo Mister X por recomendarle escribir este blog. Y le doy gracias a usted Señorita Gae, por hacerle caso. Es usted muy grande, sepalo. Gracias.
hola:
ResponderEliminarsolo puedo decir que impresionante y añadir una frase :
Aprende a vivir como si fueras a toda la vida,y vive como si fueras a morir mañana".
AmaDelMar
Hola,eres increíble. Tengo catorce años,poquitos y he de decirte que me encantas,menos mal que te encontre,por casualidad o no,pero lo hice.Estoy empezando a escribir y algún día me gustaría escribir como tú. Nunca dejes de hacerlo.
ResponderEliminarGenial. Yo soy un chiste de escritora, ahora que lo veo.
ResponderEliminarEspectacular, sin más palabras :O
ResponderEliminarimpresionante.
ResponderEliminarTe sigo desde hace poquito pero cada cosa que leo y cada video que escucho me engancho mas. Q pedazo de Crack!!
ResponderEliminarEres un placer. ¡No quiero dejar de leerte nunca!
ResponderEliminardemasiado bello, demasiada bella tu. Me encanta.
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