Me han cortado las manos. Me han clavado el puñal tan hondo
que la circulación apenas me alcanza para respirar el veneno de sentir
semejante dolor. Es una bala que ha perdido el rumbo y me alcanza en el puto
centro de la herida [cada vez que creo saber qué siento. O qué no siento. O lo
qué temo sentir.] Me han cortado las manos. Y la boca y los labios y
la lengua y maldita sea. Esta ausencia de cualquier sentimiento me hace
padecer afasia y una niebla interna que sólo el frío sería capaz de apaciguar.
Me han cortado las manos. Los dedos, la garganta. La capacidad de expresar que
lo único que quiero en este infierno de nostalgia es meterme una sobredosis con
su saliva hasta quedarme atónita en el suelo suplicando un día más de esta vida
perra para poder publicar mi rendición ante sus ojos. Ante cualquiera. Y que se
mofen. Que se rían y aplaudan mi derrota como quien sonríe al ver morir la
noche. Me han ahorcado durmiendo mientras yo soñaba con inspirar el olor de su
pelo enredado entre mis dedos. Me han esposado en una cama y rezo por no
conocer jamás la identidad de las manos que recorren mi cuerpo. Me arrastro, me
amanso y pido clemencia por engañarme mientras mis labios besen otros y mi piel
sea evaporada por otro cuerpo. Pido guerra y destrucción y odio y deseo ceguera
pues de observar que el sudor que creo pasadas las dos de la madrugada no es el
suyo ni son sus ojos los que me desnudan ni son sus piernas las que me abrazan
ni su lengua la que me eriza moriría de la forma más violenta entre las muchas
tantas en que el tan patético y frágil ser humano puede morir.
Moriría sin ti y en tu nombre. Pero siendo tú cualquiera y siendo tu nombre todos menos el tuyo.
Moriría sin ti y en tu nombre. Pero siendo tú cualquiera y siendo tu nombre todos menos el tuyo.
Mónica Gae.
Fantástico texto, sobre todo por lo difícil que es expresar estas cosas normalmente.
ResponderEliminarGracias, Mister X, y un honor, viniendo de usted. Ya me he zampado alguna que otra entrada de tu blog. Te seguiré en la distancia :)
EliminarEsta bien que te enamores de mis palabras, te recuerdo que tenemos que casar a tu blog y el mío y oye, es un comienzo.
ResponderEliminar"No saber lo que se siente es a veces el principal síntoma de tenerlo muy claro." Frase de libro, chica.