lunes, 17 de febrero de 2014

El niño con corbata.



Os podría decir quién es, pero me quedaría corta. 

Os podría decir que él apostó por mí antes de que nadie lo hiciera,
que me miró cómplice y me dio la mano cuando estaba en el suelo,
que gracias a él me subí a un escenario y perdí el miedo.

Os podría decir que gracias a él conocí Barcelona como nunca antes,
que le bastó una tarde en el Retiro para que volviera a tener esperanza en la raza humana, 
que tiene un alma 
totalmente 
indescriptible, 
que su corazón no parece de este mundo y que su niñez adulta podría conquistar a cualquiera que osase colarse en ella, 
y aún así,
aún así me quedaría corta.

Podría pediros ayuda, pero creo que no es la palabra adecuada.

Escuchadlo, sentidlo, dejaos llevar por su voz y sus manos sobre seis cuerdas.

Su nombre es Vico y le debo más de lo que nadie se imagina,
de lo que él se imagina.
En estos momentos está intentando sacar a la luz su próximo disco y para ello necesita vuestra colaboración, esa sí es la palabra, pues toda colaboración lleva consigo una recompensa, aunque él os lo sabe explicar mejor:

(Si pincháis AQUÍ sabréis de lo que hablo)


Da igual de dónde seas o qué edad tengas, vuestra recompensa llegará a su destino.

Por mi parte sólo puedo dároslo a conocer aprovechando las tantísimas personas que increíblemente leen este blog, ya sabéis que jamás he subido una entrada parecida a esta, y precisamente por eso, espero que entendáis lo importante que es para mí que Vico consiga este maravilloso sueño.


Y sí, perdón por el “spam” que esto supone, pero creo que es necesario para el alma de uno mismo ayudar a las personas en las que creemos, y yo creo en él. Ojalá vosotros también.

Si uno sólo de los que estáis leyendo esto se ve atravesado por su talento y queda impregnado de él, habrá merecido la pena. 


Mil gracias por leer, por estar ahí, por ser así.



Mónica Gae.