viernes, 21 de diciembre de 2012

Te busqué como se buscan los objetos perdidos: sin demasiada esperanza.

Te busqué como se buscan
los objetos perdidos:
-sin demasiada esperanza.

Hicimos el amor
como si no fuera aquella
nuestra primera ni nuestra última intención,
como queriéndonos dejar algo
para después,
para luego,
para nunca.


Te escribo ahora,
tarde como siempre,
porque
ya
sabes
que
no

escribir
en según qué tiempos verbales.

Te escribo ahora porque te he perdido,
tal y como estaba calculado
-el minuto antes de encontrarte.

Perdona, por tanto, si ahora sí me permito enamorarme de ti.

Ya
sabes
que
nunca
me
han
gustado
las
personas,
hasta que las hago personajes.

Ahi, entonces,
-aqui,
sí sé amar
y besar
y follar
y tratarte como te mereces:
-bien y mal.

Sobre el papel no hay caricia que se me resista
ni se fingen los orgasmos
ni los susurros de después.
Aqui puedo describirte con tan sumo cuidado
como si de volver a crearte se tratara.

Puedo hacer que digas
exactamente, lo que quiero escuchar,
puedo hacer que quieras quedarte,
y soltarte cuando yo decida echarme atrás.

Te escribo,
ahora que no te tengo
porque
es
la
única
manera
que

de
tenerte.

Aqui, sobre el papel,
eres tal y como imaginé,
no tienes defectos,
-y las virtudes las invento,
Aqui te creo yo
basándome en tu molde
pero partiendo desde cero.

esculpiendo tu silueta
como se esculpen las figuras más perfectas:
con la lengua y los dedos
y las manos y los ojos
y tu pelo y el mio
y tu piel y mis gemidos.

Te he conseguido hacer tan real
que casi te creo con los ojos abiertos
-que casi te quiero,
y es perfecto.

Tú no hace falta que vuelvas,
ni para irte
ni para quedarte,
y no es que no te eche de menos

es
que
desde
que
te
has
ido,

por fin te tengo.



Mónica Gae.