jueves, 29 de diciembre de 2011

Sexo panorámico.


Son las ocho de la tarde y he quedado con mi ex (llamémoslo Edwar). Por sus últimos movimientos en Facebook juraría que tiene novia. Quedamos para ir al cine, él invita al pase y yo a las palomitas (dulces). Tras diez minutos dando vueltas por el centro encuentro aparcamiento. Aparco. Me coloco los cascos y suena “Ven, fóllame”, maldita sea. He aparcado cerca así que la posibilidad de que termine la canción y me enfríe disminuyen a cada metro. Lo veo a lo lejos. Lleva unos vaqueros caídos y una sudadera verde de Billabong. El pelo le ha crecido bastante y los mechones rubios juegan a caer tiernamente por su frente. Esta guapísimo.

Me acerco y le doy dos besos. Hace tiempo de lo nuestro y, aunque siempre ha sido mi mas jodido punto débil no quedan sentimientos consistentes en ninguno de los dos. Ni el ni yo queremos nada. Me acerco y le doy dos besos, paro el iPod y me pregunta qué estaba escuchando. “Ven, fóllame”, le digo mirándolo a los ojos. Se queda atónito por un segundo y sigo “tranquilo, no siempre le hago caso a todas las canciones”. Se ríe y respira de nuevo. Él va a por la entrada y yo a por palomitas. Y Coca-Cola y gominolas y dos collacs.  

Entramos al cine. Ha elegido una de miedo y yo odio las películas de miedo, pero una vocecilla en mi cabeza me dice que no diga nada. ¿Te gusta? –pregunta. Me encantan –respondo. Empiezan los anuncios y yo me hago la dormida simulando un ronquido. Me dice que no sea tan payasa pero se ríe (simplemente me limito a comprobar una teoría: quiero delimitar el punto exacto en que hacer reír a un tío te lleva a la cama o a ser la amiga enrollada). Sobra decir que pase lo que pase, asumiré las consecuencias.

Empieza la película. Aparece el primer plano de una tía (bastante guapa) y yo le digo que el estrés del rodaje no la esta tratando nada bien). Aparece el primer plano de un tío y me pregunta si a él si lo esta tratando bien. Miro la pantalla por un segundo me pienso la respuesta: “pues también tiene ojeras, esos dos deben haberse pasado la noche anterior a esta escena follando en los camerinos”.

Pasan unos cuantos minutos y pone su mano en el reposabrazos. Mi mano ya estaba ahí, me roza y me pide disculpas. Si se disculpa por un simple roce solo puede significar dos cosas: que esté pensando que yo he podido pensar algo más, con lo cual en su cabeza entraría una pequeña opción perversa, o que sea gilipollas. Y Edwar no es gilipollas. (Punto para mi, o eso creo). Le digo que no me molesta su mano ahí. La deja de nuevo y me sonríe. Me encanta su sonrisa, de hecho, es lo que me enamoró (si, del verbo enamorar) en su día.

Empieza ha moverse algo mas de lo normal y le pregunto si se encuentra bien. Luego miro al pequeño Edwar y lo entiendo todo. Justo cuando muere el noveno extra me mira y me dice que va al aseo, que si tarda demasiado avise a los bomberos y que vayan rápidamente. Sonrío y le digo que no me moveré, aunque dudo de mis palabras.

Pasan 15 minutos y no vuelve. ¿Dijo que fueran los bomberos o que fuera yo? No me acuerdo, será mejor que vaya a ver si esta bien. En este punto es un todo o nada, blanco o negro, sexo en los lavabos o volver con calentón. Llego a los aseos masculinos y asomo la cabeza. Otro chaval me ve y me invita a pasar. “Búscate tu propio ex al que acosar –pienso”. Allí no está Edwar. Me quedo pensando. ¿Se habrá ido? No, no puede haberse ido. ¿Lo habrá llamado su novia? Ni siquiera sé si tiene novia. ¿Me llamará y me dirá que le ha surgido algo?

Una voz a mi espalda me dice si estoy buscando algo. Es él. Respiro aliviada. ¿Estabas ahí todo el rato? –le pregunto. “Es gracioso verte a lo lejos” –me dice. ¿Gracioso como amiga o gracioso sexual? –pienso yo. Maldita canción. Malditas hormonas y maldito gimnasio al que debe ir el protagonista de la peli.

“Quería comprobar una teoría” –me dice. (¡minipunto para él! Me gustan los tíos que comprueban teorías. Me gustan porque yo hago lo mismo). ¿Qué teoría? -La teoría de cuánto tiempo hacia falta para que te levantaras y vinieras a buscarme. Entiendo, ¿y he ganado?. Me sonríe de la manera mas picara que había visto nunca y desaparece metiéndose en otra sala vacía.

Le sigo.

Teoría comprobada.


PD: abstenerse preguntas de si este post es real o no. La intriga siempre es mas interesante. 

¡Besos y guiños cinematográficos para todos! Y recordar, pequeños: ir al cine te ofrece posibilidades de las cuales carece Megaupload.

Mónica Gae.

5 comentarios:

  1. Amén! buena maestra tu tener...
    si señor!

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  2. Sigues por el buen camino.

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  3. Y el final? es como esas películas que te dejan elegir el final pero te cabrea no saberlo? jajaja, enfin, disfrutaste de tu ex y nunca se sabe..............

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Ballantines & Coca-cola