viernes, 24 de febrero de 2012

Gemelos.


Todos los seres humanos, como tal, tenemos sueños, hobbies y manías. Nos hacemos propósitos que intentamos cumplir, intentamos organizar nuestro tiempo en busca de metas a veces, por desgracia, ficticias.

Metas. Retos. Objetivos. Gemelos.

Si, sé que en esos cuatro términos uno puede descolocar un poco. Para mí en cambio son completamente sinónimos. Pero intentaré explicarme mejor:

¿Os habéis parado a pensar en el cuerpo humano? (Abstenerse pensamientos eróticos de momento). Por una parte es una máquina aparentemente perfecta, desde su formación en el mismo útero hasta el momento del nacimiento. Todo esta medido, controlado.

Por otra parte, toda perfección ha de tener errores. Somos sin lugar a dudas los mamíferos menos predispuestos a la supervivencia exterior con lo que Dios o Superman o Sheldon Cooper (cada uno que escoja su religión) nos dejó al crearnos. Crecemos, envejecemos, nos estropeamos. Volvemos a necesitar los mismos cuidados que al nacer pero sin mofletes y mejillas sonrosadas. Pasamos del “¡ay qué mono!” al “¿estará muerto o durmiendo?”

Y vosotros diréis: Creo que te has ido del tema, Maya. Tranquis, que controlo (Si, las tías también tenemos derecho a decir esto en alguna ocasión ¿no?)

Ahora pensar en gemelos. En gemelos idénticos. Mismos ojos, misma mirada. Mismas manos, mismo tacto. Mismos labios, mismos besos. Personalmente es uno de los fenómenos de la naturaleza que más admiro. Son, por así decirlo, mi Talón de Aquiles.

Y por ello siempre he querido follarme a uno. (¡Ups! ¡Que vulgar a quedado!) Perdón, hacer el amor enamorada y románticamente cubierta de pétalos de rosas. ¿Mejor?

Este fin de semana pasado, como los más secuaces habréis podido intuir por el anterior post, estuve en Madrid. Y si. Es lo que estáis pensando.

(Ahora es cuando empezaréis a prestar atención, pequeños y amados pervertidos, ¿eh?)

Es domingo de madrugada. Amie, Maica, Coralie y yo nos disponemos a entrar a una discoteca de fanky. Todos bronceados directos de Senegal. Nosotras, los únicos rostros pálidos. Un despliegue de medios sensitivos, vamos.

La noche fue perfecta incluso cuando Amie decidió pillarse el pedo de su vida. A esas horas de la noche cada una estaba un poco perdida por aquel lugar con sus respectivos asuntos (véase robo de copas, cigarrillos en la puerta, trucos de magia, lucha por la supervivencia del sentido del olfato, etc.) Obviamente en cuanto recibimos el aviso de que la susodicha se encontraba en el baño potantdo cual manguera en un videoclip de reggaetón nos recogimos inmediatamente y volvimos al hotel.

Pero Maica y yo seguíamos con ganas de fiesta. Y con Amie y Coralie sobando en la aquella suite, el cargo de conciencia resultaba igual a cero. Y procedimos.

Pijama, tacones, gafas sin cristal de colores, un trípode en forma de micro y la cámara. Y salimos.

La cámara empezó a grabar desde el minuto cero. Y al minuto cinco dimos con ÉL. Llamémoslo Anthony. Canario. Repito: canario. ¡Acento canario! El chico, que aun no sabía lo que se le venia encima (yo) intentó señalarnos la dirección de dónde se encontraba la pizzería más cercana. Al ver tal estado etílico en que nos encontrábamos, conseguimos que nos acompañara deleitándolo con nuestro carácter extremadamente simpático y murciano.

Y nos acompañó. Y le invitamos a una pizza que no recuerdo haber pagado. Y de camino hablamos de sexo, de su exnovia, de qué hacíamos dos tías en pijama en plena Puerta del Sol de Madrid y de su familia. Y aquí, lectoras y lectoros, es donde casi me da un patatú.

-Bueno, yo en realidad soy el gemelo bueno, ¿sabes? Mi hermano es más vive-la-vida, tiene un grupo de música y más pájaros en la cabeza.
-¿CÓMO?
-Mmm…Que tiene un grupo de música.
-NONONONO. ¿¿CÓMO??.

Y ahí empezó todo. Creo que fue en este instante cuando me acordé de que hacía tiempo no veía a Maica (pues los ojos y el acento del gemelo bueno habían abarcado toda mi atención) y vi que otro tío más se había unido a nuestra aventura. Maica se veía bastante a gusto con él asique yo volví a perderme en mis islas.

Y llegamos al hotel.

Y visité Gran Canaria, La Gomera, El Hierro y Las Palmas en cuestión de horas. Y como escusa para volver, me dejé sin conocer Tenerife, Fuerteventura y Lanzarote.



PD: No sé cuándo, pero el vídeo de “Murcianas en pijama por la Puerta del Sol” lo subiré. Puede que no hoy, ni mañana, pues hay que censurarlo bastante, pero es muy gracioso que todo, absolutamente todo, este grabado y a salvo de cualquier laguna etílica.

PD: El final lo he dejado en el aire, que conste. Lo dejo a cargo de vuestra perversa imaginación.

Y sin más dilación…

¡Besos y guiños gemelos para todos!

PREGUNTA DEBATE: ¿Os lo haríais con dos gemelos/gemelas a la vez? Yo me imagino el panorama y me viene a la mente esta situación:

“mmm espera, ¿esto te lo he hecho ya a ti o a sido a tu hermano?”

Mónica Gae.

7 comentarios:

  1. Pedado de burra no estaba potando!!! Me estaba meando y me fui al baño aposta para llamaros animaaal!!! Que el tio no me dejaba tranquila!!!! Y pote en el baÑo de la suite porq me meti los dedos qm encontraba muy mal y tenia que exar a ese demonio de mi interios como al dia siguiente en el starbucks

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    1. jajajajajja puto show...... Tienes que admitir que mi mini magdalena ayudó eh? Aunque la echaras luego :___

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    2. Sabes que no era persona... pensaba que me iba a morir o algo....
      NOTA MENTAL: tengo que aprender a decir no a los tios que me invitan a copas

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    3. NONONONO. Es de mala educación rechazar un regalo, aunque sea en forma de alcohol.

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    4. Pues madre mia... asi terminé jajajaja

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  2. El comentario anterior derrocha frescura jaja.
    Cómo te lo pasas, pájara. Me pasa más o menos lo mismo que a ti en ese aspecto. Mi compañero de piso es un gemelo, rico rico rico; y el otro día me acompañó al hospital otro chico que resultó ser gemelo. RICO RICO RICO. No sé cómo lo hacen pero tampoco hay gemelos feos. Son una espina clavada que tengo en mi anatomía, sí. Llegará un día glorioso en el que alcanzaré mi mayor momento acostándome con dos gemelos y dos gemelas. Muchos brazos y muchas piernas, sí. Pero la cuestión es probar jaja.

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  3. "Crecemos, evejecemos, nos estropeamos"

    Si lo miras desde la óptica existencialista...Lo único que nos mantiene vivos es aquello que nos desbatará algún día.

    Saludos,
    sinapsis hiperactivas,
    y deleites.

    Que corra la tinta! (O en este caso, que fluya la inspiración!)

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