miércoles, 4 de enero de 2012

Acuérdate de mí.

Nos conocimos en la playa, antes de que empezara el verano. Finales de Abril, para ser mas exactos. Tú llevabas haciendo surf desde las seis de la mañana y yo me tumbé en la arena dos horas después. Éramos los únicos allí. En una de las olas te caíste y paraste a descansar unos minutos. Tus cosas estaban cerca de donde lo estaba yo. Te pregunté si estabas bien y tú me preguntaste mi nombre. Maya –respondí yo. Desde entonces fui cada fin de semana al mismo lugar, contigo. Te dije que solía ir bastante pero mentí. Sólo iba cuando necesitaba alejarme del ruido de los coches, de la ciudad, de mí misma.


Un mes más tarde comenzamos a salir. Desde entonces, prácticamente, me mudé a la casa de la playa. Tú te levantabas cada mañana frunciendo el ceño y diciendo que nos quedáramos un rato más. Yo me levantaba y preparaba el café. Cuando bajabas de la habitación te ponías a tocar a guitarra. Me enamoré de ti la primera vez que te escuché tocar. Dos semanas después me escribiste una canción y yo supe que querría pasar contigo el resto de mi vida.

Llegó el verano y tú tuviste que volver a Francia a ver a tus hermanos. Fueron los quince días mas largos de mi vida. Luego, volviste, y mis ojos volvieron a brillar nada más verte bajar del avión. Estabas guapísimo aunque no habías dormido nada.

Un día a finales de Agosto me contaste que querías viajar por todo el mundo. Yo te dije que iría contigo. Me hiciste prometer que nunca te abandonaría y te lo prometí. Para sellar el trato, te pedí un día entero sin salir de la cama. Sin hacer nada. Solos tú y yo, explorando cada centímetro de nuestra piel y alimentándonos únicamente de besos. A la mañana siguiente no me dejaste salir de la cama, fueron las 19 horas más bonitas de mi vida. Recuerdo cada palabra, cada respiración. El tono de tu voz, cada latido de tu corazón. ¿Te acuerdas tú?

A  las ocho y cuarto de la tarde nos levantamos de la cama. Después de cenar me dijiste que querías ser el único que besara mis labios. Te miré y te dije que serías el único que amaría el resto de mi vida. Te arrodillaste y me hiciste prometer que algún día me casaría contigo. Tendremos un millón de hijos y una casa con vistas al mar, mi amor –te respondí yo. ¿Te acuerdas?

Cuando acabó el verano volviste a Mallorca y todo se fue haciendo mas difícil. Aun así, aguantamos sujetados al clavo más caliente que jamás había tocado. Pero todos tenemos un límite, ¿no?. Tus celos fueron mi limite, nuestro final. Mi corazón y yo no resistimos más de tres meses a base de gritos. No soporto los gritos. Ya no recordaba cómo sonaba un te quiero de tus labios. Sin embargo, te quería. Te quise, te quise como nunca antes había querido a nadie. Hubiese sido tuya el resto de mis días y jamás hubiese dejado que nadie te hiciera daño.

El día que nos dijimos adiós pude sentir cómo se desgarraban partes de mí que nunca antes había notado. Dormía oyendo a mis propios latidos pedir a gritos un abrazo tuyo. Soñé contigo cada noche los siguientes ocho meses. Aun sueño contigo a veces, al decir verdad.

Sueña tú conmigo, recuérdame. Recuerda lo que fuimos porque no sé como reaccionar ante el hecho de imaginarte preguntándole a alguien quién soy. Soy yo, Maya. Soy quien te quiso anteponiendo cualquier cosa a nuestro amor. Soy quien te dijo que te querría el resto de mi vida. Soy a quien miraste durante un día entero entre las sábanas. Soy yo, Maya. No puedes olvidarme porque te aseguro que ante eso, no sé como reaccionar.

(….)

Esta mañana me llamó Navy, la prima de Aytor. Me dijo que en octubre tuvo un accidente y entró en coma. Me dijo que despertó hace dos semanas y había perdido el conocimiento. Me dijo que según el medico, no lo volvería a recuperar. Me dijo que hace ocho días encontró una foto mía en su ordenador y preguntó que quién era.  Luego siguieron mostrándole fotografías de otras personas.

-No deja de preguntar por ti, Maya. Tienes que venir a verlo. Le dije que por qué insistía tanto en ti si ni siquiera recordaba tu nombre y me dijo que tenia la sensación de haber estado contigo mientras estuvo en coma. Dijo que estuvo contigo y con su madre, ¿entiendes lo que te digo?. No sé qué hacer ni si debería intentar que recordase vuestra historia, pero ahora mismo estoy acojonada y no sé qué ficha mover o qué decirle.

-Dile que lea este post.

PD: Escribo esto después de dar vueltas por Murcia durante casi dos horas. Conducir me relaja. He aparcado el coche cerca de la carretera y he escrito esto mientras intentaba explicarme a mí misma por qué cojones sigo teniendo como fondo de escritorio una foto de Aytor. Por lo demás, llevo un día plano desde que respondí al móvil, es como si no sintiera nada.

Luego le he enviado un mensaje a Navy diciéndole de la existencia de este blog. 


 El fondo de escritorio por lo pronto, no lo pienso cambiar.
Me gusta pensar que soy yo el reflejo de esa pupila.


Mónica Gae.

5 comentarios:

  1. Aytor te recordará. Yo lo haría.

    ResponderEliminar
  2. Intensas palabras y preciosa descripción. Una vez más, la felicito Sta Gae, tiene usted el don de incluirnos en sus escenarios como si de espectadores se tratara. Casi que he podido notar la humedad de la playa, casi que he podido ponerle voz a tus palabras.

    ResponderEliminar
  3. No dejes de escribir, tienes el don de llegar muy dentro y si todo es real, has vivido con 20 años muchísimo ya. Algún día,....paciencia.....llegará el hombre que te merezca y te haga feliz, todo tiene su tiempo.
    Alguno de ellos ha sufrido al dejarle tú? siempre sería por haberte hecho algo, eres sufrimiento pero fuerza y alegría al mismo tiempo y eso es lo que te ayuda a avanzar con energía. Sigue tu camino!!

    ResponderEliminar
  4. "Aytor" y tú estais hechos el uno para el otro. Monica, de verdad, tienes que venir a verlo. O almenos contestar al movil, necesita hablar contigo. No ha podido terminar de leer tu entrada y ha acabado llorando.

    queréis volver a salir juntos de una puta vez? sois tal para cual coño

    "Navy"

    ResponderEliminar
  5. Nunca pensé en leer algo que me doliese tanto.

    ResponderEliminar

Ballantines & Coca-cola