domingo, 11 de marzo de 2012

Si te mueves, paro.


Debían de ser más de las tres de la madrugada.

El ruido de la calle se escuchaba con demasiada claridad y la música de un coche bastó para desvelarla. Las sábanas estaban húmedas y la habitación seguía oliendo a restos de tabaco y alcohol. Intentó recordar el sueño en vano y decidió salirse de la cama. Miró el reloj de la mesita de noche y se quedó unos segundos pensando en lo mucho que había cambiado todo en cuestión de unos pocos meses. Hace tiempo, cuando se despertaba en mitad de la noche lo único en que podía pensar era en el lado vacío que quedaba en el otro lado de la cama. Ahora, sin embargo, lo prefiere así.

Desde su historia con Paul intenta desaparecer con los primeros rayos de sol de cualquier habitación ajena. Piensa que despertar junto a alguien requiere sentimientos, siempre lo ha creído así, y de momento, sentimientos es lo último que le apetece tener. Aún así, en todo pensamiento debe haber una excepción, ¿no creéis? Marcos es su excepción.

Vuelve a coger el móvil y le envía un whatsapp: ¿Estas despierto?. Apenas pasa un minuto cuando lee en la parte superior de la pantalla “M. Carbonell esta escribiendo un mensaje”

-Sí, ¿tú qué haces despierta a estas horas? ¿Otra vez con tu insomnio?
-Más o menos. ¿Estas ocupado?
-Puedo desocuparme si es lo que quieres, pero tendrá su precio.
-No te flipes tanto, cara bonita.
-Sabes que te encanta que me flipe, culo bonito.
-Si voy a pagar un precio reclamo efectividad. ¿Por qué estas tardando tanto?
-Dame diez minutos.

Marcos vive a las a fueras de la ciudad, sin embargo nunca ha tardado más de quince minutos en aparecer por su puerta después de cada llamada. Tiene veinte años, estudia magisterio infantil y es, físicamente, una fotocopia de Aytor. La primera vez que lo vio no pudo parar mirarlo, embobada, durante horas. Interiormente, por suerte, son polos opuestos. Tiene unos cuantos tatuajes, el pelo largo, rizado, y un piercing en la barbilla. “Es como Aytor pero maqueado y en versión ricitos” –dice Amie.

Nunca me podría enamorar de él, lo tuve claro desde el primer momento en tuvimos una conversación. Por eso, en este 
Stop de sentimientos, es el hombre perfecto para mí. ¿He dicho hombre? Niño se ajustaría más a su mentalidad. Incluso niñato. Y eso, es tanto nuevo como excitante para ella.

Doce minutos después llaman a la puerta. Es él. Ella lo recibe en ropa interior tapada con una bata de seda azul marino. Marcos se queda en la puerta, mirándola de arriba abajo sin ocultar sus pensamientos.

¿Vas a quedarte toda la noche ahí o te invito a entrar? Él se muerde el labio, tira el casco y la chaqueta al suelo y se lanza sobre sus labios. Por el pasillo dejan un rastro de ropa hacia la cama, donde empiezan a oírse jadeos y susurros.

-¿Esta noche podré quedarme o me echarás de nuevo? –le dice al oído mientras le muerde el lóbulo de la oreja.  
-Sólo si paras –contesta ella.

Tras veinte minutos recorriendo él el cuerpo de ella, es ella la que toma el control. Le agarra por la cintura separándola unos centímetros de la suya y se pone encima sin dejar de besarle. Me toca –le dice con una sonrisa pícara. El pelo le tapa juguetonamente los pezones y busca al son de la música de fondo el coletero en su muñeca. Ni lo pienses –dice él poseído por el morbo. Sabes que me encanta. (Sí, lo sabe, y a ella le encanta que se lo recuerde.)

La mano de ella se desliza desde la boca de él, bajando por su vientre hasta llegar a la cadera. Se detiene unos segundos y le mira a los ojos. Él sonríe. Ella juega.

Poco a poco, mete una de sus manos en los calzoncillos creando los primeros gemidos. Con la otra, lleva las dos de él por encima de su cabeza, dejándolo totalmente indefenso.

-Shhhh. Si te mueves, paro.

Con cuidado y sin dejar de sujetarlo, pasa su lengua por la línea Alba de su ombligo, subiendo hasta los pectorales y aumentando los latidos de su corazón.

-Por Dios, ¿….qué me estas haciendo? –pregunta jadeante.
-Shhhh…

Un suave soplo de aire consigue erizarle la piel a Marcos, quien con esfuerzo, consigue liberar una de sus manos y la mete por debajo del culotte de encaje negro de ella. Su tacto es absolutamente perfecto. Tanto, que en pocos minutos es él quien comienza a dominar a ella. Si ahora te sujeto yo a ti.. no podrás decir nada..

Y nada dijo.



Mónica Gae.

7 comentarios:

  1. Las horas que son y esto en vez del pene recto, me ha puesto el pen erecto, dan ganas de hacerle un comentario de texto. Muy güeno nena.

    ResponderEliminar
  2. La atmósfera muy bien creada. Me ha gustado el texto, que de ser inventado tiene su mérito y de ser real, es cuasi milagroso ;)

    ResponderEliminar
  3. Escribes muy bien, seguro que ya te lo han dicho antes :) Como dice Hund Dido creaste muy bien la atmósfera de la historia, un abrazo!

    ResponderEliminar
  4. Como estudiante de letras y filosofía tu estilo literario me parece muy bueno. Es fluído, no demasiado descriptivo y recrea el ambiente perfectamente. Aún debes pulir un poco tu narrativa ya que encontré algunas frases que caían en asonancia y perturbaron el balance que llevabas, como en "Tras veinte minutos recorriendo él el cuerpo de ella", sentí que el uso de los sujetos él y ella desencajaron en cierto modo con la fluidez fonética que llevabas hasta entonces; entre otros usos de los mismos sujetos. Por todo lo demás el texto me parece perfecto.

    ResponderEliminar
  5. No es la primera vez que te escribo, aunque siempre han sido los típicos comentarios "sigue así nena", "nunca dejes de escribir" o "tus palabras son orgasmos para mis ojos" que tus oídos están hartos de escuchar (en este caso tus ojos hartos de ver). Te parecerá que es una tontería pero los libros que más hondo me han calado, cuál última calada del cigarrillo del insomnio (sí, yo también sufro tu mismo transtorno) han sido la trilogía de 50 sombras, hace muchísimo tiempo que quería escribirte que nunca había leído una cosa que me hiciera sentir lo mismo que leyendo esos libros hasta que di contigo.

    Sigue así, nena

    Un Anónimo catalán de 17 años.

    ResponderEliminar
  6. Soy el anónimo de arriba

    ...leyendo esos libros hasta que di contigo. PERO ESTE ES EL TEXTO QUE REALMENTE ME HA HECHO ESCRIBIRTE ESTO. ESPERO CON ANSIAS ALGUNA RESPUESTA.

    Lo siento, soy humano y me he dejado una parte del texto jajaja.

    ResponderEliminar

Ballantines & Coca-cola