lunes, 9 de enero de 2012

Ecuación matemática.


Pongamos las variables en orden con la inicial de su nombre. Tenemos pues, a:  M, P, H y J.

H llama a M y quedan. M no quiere irse y H no quiere que M se vaya, pero llega la hora y se dividen en dos mitades exactas.

De camino a casa M aumenta de manera exponencial su incapacidad para respirar correctamente ante una situación así y busca su Ventolín. Se inyecta una dosis y prosigue calculando variables.

Cuando M llega a su habitación y enciende el portátil le envía un mensaje a H de considerable importancia. H no responde y M piensa que H ha elegido la segunda de las hipótesis que en mencionado mensaje exponía. Piensa sobre ello y primero se plantea la posibilidad de mandarle otro mensaje diciéndole a H que como mínimo podría haber respondido. M se acobarda y no le escribe nada, piensa que H no habrá encontrado tiempo ni de mirar el mensaje y se autoconvence de ello. H sí ha tenido tiempo de mirar el mensaje y M deja de hacer el capullo.

Tras dos días de insomnio considerable, M decide mandar un par de cosas a tomar por culo. Decide no pensar más en el resultado de tener a H siendo incompatible con J, y siendo J un valor fundamental para M sin el cual el resultado sería un valor nulo. Se cuestiona ahora la formula empírica por la que M, J y H puedan mezclarse de manera homogénea. No la encuentra y con el último experimento explota la muestra y se esparcen las letras y los números por todo el laboratorio.

M conduce horas y horas y ocurren progresivamente todos y cada uno de los puntos que le dijo a H que ocurrirían de no resolver la incógnita. H sigue sin responder y las ganas de M de continuar así resultan =0. El orgullo de M, con forma de X+1, se asocia a ella de manera directamente proporcional a su miedo.

Por tanto, tenemos a M (X+1) y J sin H, a J y a H sin M (X+1) o a M (X+1) y H sin nadie.

Aparece P en la ecuación e intenta elevarse al cubo en la cabeza de M, que a su vez no para de dividirse. Viene J y pregunta qué hizo M la otra noche. M miente y se vuelve un valor negativo. J se lo cree y estabiliza el resultado.

P le suma decimales a M cada vez que él habla con ella.

Una vez M logra ser >0   concluye su ecuación pensando que hay problemas que es mejor no resolver.


 PD.1: Esta es mi manera de explicar por qué no publico lo que escribo cada noche. Es porque estoy resolviendo esta ecuación y ninguno de sus valores pueden tener nombre ni puedo dar a conocer más datos o detalles de los que ahí doy. Una puta mierda, vamos.

PD.2: Agradeceré hipótesis o posibles resultados y son suerte todo volverá a su normalidad.

PD.3: Mi calculadora la perdí el día que me examiné de Bioquímica en 1º de carrera, ergo, ayuda.

Mónica Gae.

11 comentarios:

  1. A veces resultas demasiado complicada. Yo diria que "H" no merece la pena si en este momento aun no te ha contestado.

    Quedate con J y sigue sumandote decimales con P.

    ResponderEliminar
  2. desde luego eres una chica un poco complicada. mucho lio, tienes que ser mas simple :)

    ResponderEliminar
  3. A conoce a B, a B le gusta A y a A le gusta B. Pasan los años y consiguen estar juntos porque A va a ver a B.
    Tras mucho tiempo juntos A deja a B por culpa de B, A llora y lo pasa mal y cuando consigue empezar a pasar pagina, B empieza a ir detras de A.
    A conoce a AM, B se pone celoso y se enfada con A pero sigue detras de A.
    A promete que no volvera con B, y a los dos meses conoce a D y pasa 3 semanas con D.
    B sigue quieriendo a A, pero A pasa de B que esta con D. A deja a D y se mete en periodo de reflexion y B deja de dar por culo a A. A sospecha de algo raro pero pasa.
    En un viaje A conoce a AL y empieza con AL, ya que B pasa de A. Cuando A pasa de B y esta con AL, B vuelve a aparecer.
    A deja a AL por B, las cosas no funcionan como A pensaba y lo unico que hace es hacer daño a B. A los meses B se cansa de A y le dice que rehaga su vida con otras letras, A le hace caso ya que conoce a P, J, S... y B se enfada de que lo haya hecho. A se arrepiente y quiere estar con B, pero B odia demasiado a A.


    A dia de hoy A esta con: otro J, N, Al, V..... pero B sigue sin aparecer.


    A piensa que: A + B= ∞

    B piensa que: B + A= Ώ

    ResponderEliminar
  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  5. Vaya galimatías, desde luego es alguien que te conoce y que conoce bien los números y ecuaciones, puffffffff. Si utilizas esa cabecita, seguro que darás con el anónimo, pues aunque no sé mucho de ecuaciones, me da la impresión de que sin darse cuenta, puede estar delatándose...

    ResponderEliminar
  6. Saca factor común y salte de las ecuaciones, déjalas a un lado e ilustra este blog con alguno de tus sueños que todavía no nos has contado.

    Firmado: Un tio bueno.

    ResponderEliminar
  7. No juzgues a H por no haberte contestado. Puede que en ese momento no pudiera o no quisiera contestar, y aunque a M le duela, hay que entender en cierto modo que no todos resolvemos nuestra vida con ecuaciones de tercer grado. Y los que sí lo hacemos, conseguimos algunas veces que los de nuestro alrededor, sean H, J, N o Y, se cansen.

    Quédate con lo bueno, con lo que te sientas agusto. Si H y J no pueden estar al mismo lado de la igualdad, coge de cada uno lo que te hace feliz, multiplícalo por un factor de conversión y voilà, tu mezcla está lista.

    ResponderEliminar
  8. No es cuestión de llamarlo H o llamarlo B, es cuestión de resolver las equaciones, que al fin y al cabo son la vida misma, las matemáticas consigues resolver cualquier problema, o casi cualquiera. Como decía un viejo amigo: "donde manda el corazón, que se aparte la razón".

    Siempre excelente, nena.

    ResponderEliminar

Ballantines & Coca-cola