jueves, 19 de enero de 2012

Época de (s)exámenes.


Pongamos en pause los días de alcohol. Ahora llegan apasionantes momentos frente a libros que en su mayoría serán olvidados minutos después de hacer el examen.

¡Pero alto! Dejemos por un momento el bisturí, botes de pastillas u objetos varios aptos para el suicidio. También tiene su parte positiva (o al menos yo me he propuesto buscarla).

Hace cosa de un par de días empecé a ir a la biblioteca y desde entonces no he vuelto a casa. Se llama Alex, lo conocí en diciembre y es un chaval de mi universidad. Estudia fisioterapia y todos sabemos el juego que puede llegar a dar alguien que estudia tan minuciosamente el cuerpo humano y sus puntos cardinales.

Alex tiene el pelo castaño-rubio, los ojos verdosos y me saca media cabeza . Ahora mismo le caen ricitos de oro por la frente, razón de sobra para meterme con él (pero no nos engañemos, me encantan esos ricitos). Su madre es alemana y su padre malagueño. Por motivos que desconozco (y creo que nunca entendería) acabaron viviendo en España. Ahora Alex frecuenta tierras murcianas por motivos de estudio.

Desde que estoy quedando con él parezco estar en una montaña rusa. El cabrón consigue confundirme como hacia tiempo nadie me confundía. Cuando nos conocimos, ambos bastante alcoholizados, estaba casi segura de haberle gustado (borracha soy muy optimista). Él parecía sacado de una revista de surf patrocinada por Billabong, por lo que si algo tenía claro es que él a mí sí me gustó. Pasaron los días y seguimos hablando por el Facebook, el whatsapp y alguna que otra llamada por el Skype para hacer el payaso. A finales de diciembre me dijo de quedar pero yo tenia demasiadas cosas en la cabeza, aun estaba en transición con mi nueva forma de relacionar separar el amor y el sexo y preferí alejarlo (físicamente) hasta tener ese punto totalmente claro.

Hace exactamente dos días, tres horas y 40 minutos lo tuve totalmente claro. Le dije si le apetecía estudiar y quedamos. Él llevaba una sudadera de DC blanca, pantalones negros caídos y unos calzoncillos de Spiderman. ¿Spiderman, enserio? –le dije mirándole descaradamente el culo. Si, Spiderman. Y Batman, y Superman, y Daredevil y…. (Yo ya estaba en el séptimo cielo y, aunque seguía riéndome de él, me encantan los súper héroes y después de escuchar aquello se merecía como poco unos cuantos minipuntos). Después de dos horas tomándonos el café y algún que otro piti entramos a la biblioteca. Debían de ser las ocho.

A las doce y cuarto y tras demasiados descansos y demasiada tontería empecé a sentirme peligrosamente a gusto. Qué coñazo ahora conducir hasta mi casa.. –dije sin ninguna intención oculta (lo juro). Quédate en la mía. Así mañana podemos volver a la biblioteca temprano. (Alex vive al lado de la universidad). Yo, que no paraba de embobarme con sus ojos, le dije que quizás otro día, pero que le acompañaba si me invitaba a una cerveza. Cerveza siempre tengo- dijo él. Lo suponía –pensé yo.

Nos subimos a mi coche. Busco en la carpeta de “hip-hop crema” y pongo “Sexy” de Gambino. Esta canción (y más concretamente este cantante) me traen buenos recuerdos de mis días con Paul. ¿Te gusta Gambino? –me pregunta. Me gusta la música que consigue sorprenderme con una sonrisa y ésta canción lo consigue. ¿Por algo o alguien en concreto?
–respondo yo. Él se queda callado y se limita a decirme cómo llegar a su casa los siguientes cinco minutos. Cuando llegamos lo miro y le pregunto si he dicho algo malo. Me dice que era todo demasiado bonito y algo tenía que tener. No te confundas Alex, esta canción me trae muy buenos recuerdos y eso no pienso negarlo, pero sólo son eso, recuerdos. Tanto él como yo decidimos que así fuera, y aunque a veces yo me arrepentía y lo echara de menos , él pasó página hace tiempo y yo decidí hacer lo mismo. Me mira y sonríe casi imperceptiblemente. Anda, vamos.. que hace frío.. –dice saliendo del coche.

Entramos a su casa. Primera cerveza. Enciende el portátil y pone música. Vive con dos chicos y una chica, Carlos, Dani y Alejandra. Me los presenta y les preguntamos si se quieren unir. Responden un “sí” al unísono y abrimos tres cervezas más.

Después de unos 5 litros nos dejan solos a Alex y a mí. Cambia el hip-hop por reggae y se enciende un piti de esos que dan risa. Hablamos de su ex, de mi ex, de mis prácticas, de las suyas y de cómo es vivir fuera de casa. Me dice que tiene sus pros y sus contras, y que unas cosas compensan a otras.

A las cuatro y media me pregunta si de verdad pienso irme a casa. Yo pienso en si esta noche me apetece morir en la carretera y que mi cadáver dé positivo. Acepto su invitación. En ese mismo instante comienzan a llegar a mi cabeza ideas plagadas de alcohol y hormonas e intento disimular mis nervios.

Tranquila, yo duermo en el sofá, tú puedes dormir en mi cama –dice él.

[Sudifhsdufshgsdugsdlug ¿CÓMO? Vale, Maya, te has columpiado, no quiere nada contigo, flipada, que eres una flipada cuando te emborrachas, ¿en qué coño estabas pensando?]

Me lleva a su cuarto y me meto en la cama. FUCK. Sus sábanas huelen a la misma colonia que utilizaba Paul. Él coge unas sábanas y se baja al salón. Buenas noches Maya –me dice con una sonrisa. Buenas noches Spiderman –contesto yo.

A la mañana siguiente me levanto y Alejandra me deja algo de ropa (yo de mayor quiero ser como Alejandra, es la tía mas guay que conozco, algún día os contaré su historia). Me trae unas toallas limpias y me ducho en la misma habitación de Alex (la única con baño propio).

Treinta minutos más tarde llaman a la puerta. Es él y me trae el desayunoPensé que seguirías en la cama, ¿has dormido bien? –me dice entrando con un café y dos tostadas. -He dormido (y ahí está el problema) –pienso yo. Nos fumamos el piti con el café y se queda callado mirándome. Yo tengo el pelo un poco mojado y muy despeinado. ¿Qué miras?. Estas tiernamente guapa con esas pintas. Le hunto la nariz con mermelada y le digo que el también esta muy “tierna” así.

Me planta un beso.

¿Y esto? –pregunto alucinando. Es el piti-café-y beso de buenos días, yo en realidad no quería. Sonrío y esta vez soy yo quien le besa. ¿Y esto? –me imita burlándose. Es la respuesta a un beso que yo tampoco quería –respondo yo. Esta vez sus calzoncillos son de los Cuatro Fantásticos.

Tiene un montón de cómics en su estantería y otro montón de fotos en las paredes. Me dice que se va a duchar y le pregunto si mientras puedo cotillear su habitación. Cotillea todo lo que quieras, luego me das tu veredicto –responde él.

Cinco minutos más tarde se empieza a oír el agua y yo siento la tentación de entrar pero me controlo. Cierra el grifo y se hace el silencio. A mí me acompaña un escalofrío. Abre unos centímetros la puerta del baño y asoma la cabeza,

¿qué opinas sobre ducharte dos veces en una misma mañana?




PD: Sé que tengo esto un poco abandonado, época de exámenes y esas cosas (éstas cosas). Pero prometo que después viviré ebria y tendréis post alucinantes cada dia.

PD.2: El 10 de Febrero acabo.

PD.3: y el 17 me voy a Madrid. Con Amie, Maica y Cora. Y me pienso llevar el portátil para contar todo calentito y en su punto.

PD.4: Mientras escribo esto un amigo me acaba de mandar un mensaje diciendo que tiene una botella de whisky de más de diez años. Vale. Si de repente subo una entrada ilegible no os sorprendáis, estáis avisados.



Mónica Gae

3 comentarios:

  1. AMO A ESTA NUEVA MÓNICA (que diga..Maya) jajajjaja

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  2. La peqeña Amie cuidara de ti... :)

    La que nos espera.... Jaaajajajjajajja

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  3. Para qué te sugeriría nada..... ;)

    (Hoy tocan gallumbos de Hulk)

    "Alex"

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