domingo, 8 de enero de 2012

Hay frases que se te quedan grabadas.


Y mensajes en el móvil que deberíamos aprender a borrar.

 “Me ha costado tres años. Tres años, Maya, y sigue siendo imposible quererte sin pensar que poco a poco me consumiré por ello. Nunca dejarás que nadie llegue a comprenderte, ¿verdad?. Yo lo he intentado, te lo juro. Y te quiero, te quiero como no sé si volveré a querer a alguien, pero no puedo más.” –Maël.

Quizás Maël tuviera razón. Quizás sea imposible quererme sin retorcerse de vez en cuando de dolor por ello. A mí,  se me hacía impensable que pudieras conocerme. Que pudieras descubrirme tal y como soy y que no te gustara. Quizás por eso huyo, quizás por eso me fui. Siempre he sentido debilidad por quien intenta fingir lo que no es. Nadie debería juzgar a nadie por disfrazarse fuera de carnavales, por refugiarse dentro de una máscara con la que el mirar al mundo no asustase tanto. Quizás por eso me gusta tanto disfrazarme. Es como si, tras ese antifaz diera un poco menos de miedo ser como realmente somos. Siempre he pensado que no hay nada peor que sentir miedo. Miedo de no encajar, del rechazo. Miedo a destacar y que todas las miradas intenten captar hasta el más mínimo de tus errores. Quizás por eso envidio tanto a quienes parecen ser naturales. Quizás por eso me hago tan infinitamente diminuta al lado de alguien así, transparente.

¿Cuándo empezamos a darle tanta importancia al resto de la gente? ¿Cuándo nos desviamos tanto del camino?

Esta mañana iba por la Gran Vía, y justo a la altura de la Plaza de las Flores me encontré cara a cara con mi pasado. Era yo hace unos diez años. Se llama Sarah, tiene mi edad y fuimos juntas al colegio. Ella estaba esperando el autobús y al pasar a su altura la reconocí.

-¿Sarah?
-Si. Emm.. perdona, ¿te conozco?
-Soy Maya, ¡Maya la del colegio! ¿Cómo estas? ¿Qué es de tu vida?
-¿Maya? ¿Enserio? ¡Estas irreconocible!

“Irreconocible”. Es otra frase palabra que nunca se me olvidará. Es cierto, puede que este irreconocible (para bien y para mal.) A lo largo de mi vida he cambiado tanto físicamente como de manera de pensar. En invierno ojos marrones y pelo liso, en verano verdosos y rizado. En época de exámenes demasiado delgada y cuando éstos acaban con mi IMC normal.

Os contaré algo (por alguna razón escribir aquí no me cuesta ningún trabajo, Puede que sea porque no os pongo cara. O por la idea que me he hecho de algunos de vosotros al escribirme en Comentarios, no sé.) Pero os contaré algo:

Hasta más o menos 1º de Bachiller fui totalmente invisible a los ojos de quien fuera. Antes de aquel año nadie os contará un solo dato sobre mí. Bueno, vale, quizás las personas con las que compartí pupitre durante más de diez años sí. Aunque aún entre ellas, como Sarah, hay quien necesita unos cuántos datos más para ubicarme. Fui aquella que nunca levantaba la voz o alzaba el brazo aunque supiera la respuesta. Aunque tuviera una pregunta. Fui aquella que estaba enamorada de un chico en clase y que nunca se atrevió más que a soñar con él. Quizás por eso ahora me cuesta pensar que haya personas que digan que nunca me olvidarán. No, te explico. Me olvidarás cuando dentro de 10 años haya vuelto a cambiar tanto por dentro como por fuera. Nos encontraremos en cualquier calle, te saludaré y me preguntarás mi nombre. Yo te diré que fuimos juntos a la universidad, que durante un tiempo hablamos muy a menudo o que salimos juntos un par de veces. Te diré quizás, que leías mi blog y quedamos para tomar un crepe en cualquier cafetería.

Quizás por eso me da miedo que alguien pueda mirar a través de mí lo suficiente como para ver a esa niña acojonada de no llegar a ser nunca, nada para nadie.

Quizás por eso huyo de quien me rodea si consigue meterse dentro de mi cabeza.

Quizás por eso elegí a Aytor sabiendo que estaría entre Francia, Mallorca y Barcelona. Quizás por eso elegí a Maël sabiendo que era de Madrid. Quizás por eso elegí a Paul sabiendo que se iría a Valencia.

Quizás por eso me cuesta tan preocupantemente poco apartar a cualquier persona cuando considero que ya ha visto bastante.


(….)


Mierda, puede que esta vez me haya dejado llevar un poco escribiendo.

 Lo siento por el post. Época de exámenes, demasiado silencio y ausencia de alcohol para poder hablar de cruces de miradas bajo un foco y con música de fondo. Pero tranquilos, os he cogido cariño (quizás demasiado) y no os aburriré con sentimentalismos más de dos post seguidos. Este lo publico porque se lo debo a la niña insegura que nunca se atrevió a levantar la voz.

Hay esperanza para los fantasmas que pasamos desapercibidos y existe cura para la invisibilidad, ya sea pasada, presente o futura.

Las personas que alguna vez hemos sido así, os aseguro, que nos vemos mutuamente.


Besos y guiños (en voz bajita) para todos.

Mónica Gae.

4 comentarios:

  1. No te escondas en disfraces, no te engañes a tí misma comportándote actualmente de forma totalmente contraria a tu propia esencia, no intentes comerte el mundo ni ser una ligona (mala imagen) que hace daño a los chicos cuando realmente eres una mujer sensible y con un corazón grande,...............
    Sé tú misma y simplemente vete desechando los seres que no aportan nada bueno ni interesante a tu vida que te ayude a aprender y valorarte.
    Vive, no te dañes ni dañes a nadie, eres Persona y vales, eso es todo!!

    ResponderEliminar
  2. No está mal de vez en cuando ser tú misma. No cambies, no merecen la pena.

    Te sigo leyendo cuando puedo, desde la distancia que tan cerca nos hace estar.

    A.dE

    ResponderEliminar
  3. conforme iba leyendo se me iban echarcando más los ojos y se me hacía una bola en el estómago. ¿Cómo demonios puedes expresar tanto con unas cuantas palabras?

    "Quizás por eso me da miedo que alguien pueda mirar a través de mí lo suficiente como para ver a esa niña acojonada de no llegar a ser nunca, nada para nadie"

    Si sigues pensando que no llegarás a ser nunca nada para nadie estas muy equivocada. Desde que caí en tu blog eres parte de mi dia a dia. A veces estoy en el curro y me imagino que estas escribiendo y que pronto llegaré a casa y podre leer tu nueva entrada.

    "Las personas que alguna vez hemos sido asi, os aseguro, nos vemos mutuamente".

    Sabia que eras diferente, sabia que no me habia equivocado contigo. Algun dia me armaré de valor y te dire quien es este anónimo que no puede parar de leerte.

    ResponderEliminar
  4. Te diré algo, me recuerdas tantísimo a mi. Esa chica que se esconde entre libros y música y que no se deja conocer realmente como es por miedo. Por lo que puedan pensar las personas de ella. Pocas personas siguen a mi lado después de los años.
    Pero también te digo una cosa señorita Gae, no creo que haya tanta gente que se olvide de ti, simplemente que tu quizá no les conoces. O por lo menos yo siempre tendré un huequito para recordarte :)

    ResponderEliminar

Ballantines & Coca-cola