martes, 24 de enero de 2012

Strip-Chess


Es como una partida de ajedrez.

Puedes defenderte o atacar. Tener una estrategia o dejarte llevar. Puedes sacrificar a todos los peones para hacer la partida interesante o formar un escudo alrededor del rey para que nada pueda hacerle daño.

Estoy sentada frente a ti y nos separa un tablero de madera tallado sobre un tronco de una sola pieza. Yo llevo las blancas y tú las negras. Empiezo yo. Mi primer movimiento es siempre igual, el peón que hay delante del caballo. Es una estrategia básica en la que, si recuerdas todos los pasos, ganas la partida en 14 movimientos.

Tú me imitas moviendo el mismo peón y yo pienso en si también habrás oído hablar de esa estrategia. Muevo aposta un peón que nada tiene que ver para comprobarlo y tus manos calcan mi calculado error. No deberías jugar con fuego o tu rey acabará pagando todas las consecuencias –pienso. Me come un peón y me quito la chaqueta.

Puede que sea un dato importante informaros de que por cada pieza que perdemos, perdemos una prenda. Bienvenidos a mi particular Strip-Chess.

Le como dos peones y sacrifico otros dos míos (tengo hace calor). Muevo mi alfil protegiéndolo con otras dos fichas. Saco el caballo al campo de batalla.

De pequeña siempre odié el caballo, cuando mi padre nos hacia jugar horas y horas a mi hermano y a mi siempre prefería a la Torre o el Alfil por encima de todo. Ahora las cosas han cambiado. El caballo (y yo) somos mas rebuscados y sus movimientos dan mucho mas juego que un simple movimiento recto o diagonal.

Sacrifico pues, mis dos torres no sin antes comerme sus alfiles y tres de sus peones.

Él va en bóxer, calcetines y camiseta interior. Yo llevo un culots negro de Adidas y una camiseta de tirantes blanca.

Le llevo dos piezas de ventaja. Miro fijamente el tablero durante unos minutos y me planteo una estrategia en 3 pasos después de contar la ropa que le queda. Sonrío.

-¿Te has quedado en blanco o qué?
-Sin paciencia cualquier movimiento es un suicidio absurdo, pequeño –digo recordando las palabras de mi padre. Alfil a D6.
-¡Jah! Sabía que ibas a hacer eso. ¿Te habías olvidado de tu otro caballo?
-Lo miro con una sonrisa como poco calculada y me quito la camiseta. Alfil a E8. Despídete de tu reina, vaquero. ¿Ya no te ríes?

Me mira y traga saliva. Se quita los calcetines y mueve sin sentido una de sus torres. Le como su torre con mi último peón y se quita la camiseta. Lo miro despiadadamente de arriba abajo. Sólo le queda una prenda.

-Vale vale vale…. Me rindo –dice él suplicando clemencia.
-¿Te rindes? No puedes rendirte. No puedes abandonar a tu rey cuando esta apunto de morir.
-Me rindo precisamente por eso, no es el rey lo que me preocupa, sino lo que conlleva su muerte.
-Lo miro orgullosa de la buena pareja que hacen un Caballo y un Alfil y le adelanto el único movimiento que le queda por hacer. Lo hace y le hago jaque mate. Muere su rey.

Y con ello, lo que su muerte conlleva. 




PD: Niños y niñas, el ajedrez, mola.

¡Besos y guiños (estratégicos) para todos!

Mónica Gae.

6 comentarios:

  1. Ohhh.. jaque mate a mi corazón beibe

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  2. He aquí la manera en que el ajedrez puede parecer lo más divertido del mundo. Sigues superandote.

    Y oye, quee.... algun dia podrias hacer hueco en tu apretada agenda de blogger-famosa y enseñarme a jugar!

    ;)

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  3. Buena forma de jugar al ajedrez pequeña! No la conocía, me la apunto ;)

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  4. jajajajjaja simba dice

    El otro dia en clase leimos como 20 tu blog a la vez, el de Sexo Panorámico, diosssss

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  5. Llevo 12 años jugando al ajedrez,y en dos ocasiones he jugado al Strip-Chess,yo también lo llamo así,y es muy,pero que muuuuuuuy divertido ;)

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