miércoles, 12 de octubre de 2011

capitulo 9

18 de Agosto de 2010.
Ni siquiera el cielo puede alcanzar la altura que siento esta noche a tu lado. Te has dormido a mis brazos y te miro, quiero pasar contigo el resto de mi vida. Voy a cuidar de ti  y solo necesito a cambio que tú cuides de mí. Te quiero, te quiero, y te quiero, Maya.
Siempre tuyo. Aytor.

24 de Diciembre de 2010.
“…Te escribo esta carta mientras me rompo por dentro, tienes que saberlo. Te escribo porque, si te soy sincera, no aguanto más. Echo de menos tus ojos azules y nuestras bromas. Tu bipolaridad y la mía, nuestros enfados. Echo de menos acostarme a tu lado, levantarme contigo. Ver una peli en el sofá mientras juego con tu pelo. Hacerte fotos cuando te quedas dormido y verte fruncir el ceño cuando tenías una pesadilla. Tomarnos el día libre y pasarlo entero en la cama. Ir a la playa y verte coger olas. Asustarme cuando una de ellas te envolvía y curarte las heridas con besos. Que me despertaras con cosquillas cuando se me hacía tarde. Echo de menos tus labios, oírte hablar en francés, quedarme embobada viendo tu pelo largo. Echo de menos cada ínfimo detalle nuestro, todo. Te echo de menos, Aytor.
Fdo: Maya.

(....) 

Son las seis de la mañana y no ha podido dejar de mirar el móvil desde que recibió aquel mensaje: “Te echo de menos”. Tan sólo cuatro palabras y un número desconocido han sobrado para volver a encerrarla dentro de sí misma. “Ven y desaparezcamos juntos. Para siempre. Solos tú y yo”. –Debería odiarte, joder. Se suponía que no tenías que marcharte. Al menos no de esa forma.

-¿Cuánto tardaste en contestarle?
-Apenas cinco segundos.
-Debiste haberlo pensado más.
-Marc, estaba ya en la cama, a punto de cerrar los ojos cuando sonó el móvil. Pensé que era un sueño y no pude controlar mis manos. Quisiera arrepentirme, de verdad, pero volveria a hacerlo.
-¿te mando algo mas?
-“Como mucho el 26. Perdón por estas dos semanas…”
-Dime que lo mandaste a la mierda, por favor. No vendrá y lo sabes.
 -No le mande a ningún lado, pero tampoco le volví a contestar, no tenía fuerzas. Y dos horas más tarde me mando otro.
-Sorpréndeme.
-“Mi vuelo llega a las 22:40. Sé que vendrás. Dormiré allí si hace falta..”
-Maya, por favor. Dime que no piensas ir.


(…)


Apenas quedan diez días para que acabe el año, y nunca había estado tan segura y perdida al mismo tiempo. Cuando brindemos, cerraré los ojos y pediré olvidarte, Aytor. Mientras, mis labios dirán tontos propósitos de año nuevo que nunca cumplirán. A mí me bastaría con poder mirar otros ojos, acariciar otra piel. Aunque no sea tu mirada ni sean tus manos, sonreiré como sólo tú me hacías sonreír, mientras sueño con dejar de soñar contigo. Mi mejor ladrón de sonrisa perfecta. De labios, manos, y mirada perfecta. Al menos eras perfecto para mí. Si, aun me quedan unos pocos días para engañarme con la esperanza de que esta vez cojas ese avión. “Como mucho el 26.. –repetía mi cabeza”. Y aunque sé que nunca sacarás ese billete,  te esperaré en el aeropuerto mirando cada avion y deseando que tu, estés en uno de ellos. Porque con cada una de tus palabras me hago más y más daño, las repito una y otra vez y me convenzo de que realmente sientes todo que dice tu boca. Lo que escriben tus manos. Un te quiero para siempre de tus labios. Un te quiero que caduca el 26, de los míos.

Coge ese avion, Aytor.


(…)


Mónica Gae.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Ballantines & Coca-cola